PARA PEQUEÑAS TRAICIONES
Es convertirse en palabras
por la vergüenza
de soltar la mano sin avisar cuándo
y de olvidar
los colores por la noche
o vivir sepultando esa sonrisa de Dios
que todos pervierten en la compasión
de fama
de éxito
el remedio del dolor
huye una vez más
de esa lluvia que no para
aunque yo dejase de existir,
quiebro mis sábanas
y me camuflo
encarnándome en tu carne
entre escondites
entre rojos y otros rojos
me quedo con todo lo que fue tuyo
y el castigo
es que floten vidrios en mis oídos,
y la palabra virgen se escape de mi memoria
es el silencio verbal
que nunca desaparece
aunque la risa pereciese sanarlo todo
aunque los relojes pierdan sus cuentas
aunque ya no tenga memoria de tus adicciones
creo que no es momento para desenlaces
Bárbara Foster
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario