TERCER FOLLETÍN DE POESÍA


ÍtaloAcevedoJuanSantanderCésarPuentesCarolinaContinoVíctorQuezada
EduardoBarahonaMisánTropolezJosefinaCorreaPaolaBarrosAlejandraFritz
TeresaAllendesJuanManuelSilvaVíctorLópez / Dossier: ElviraHernández


Disculpen el tiempo de silencio
tuvimos que escalar la Montaña Sagrada,
y casi no volvemos.

¡estamos trabajando en el cuarto!


envía tus textos a
folletin.poesia@gmail.com

-> Ítalo Acevedo - El tiempo en la cama

El tiempo en la cama



Todas las mañanas se levanta a las cinco con treinta de la mañana. Besa a su mujer y se mete a la ducha. Sale quince minutos después y prepara su desayuno. Mientras, lee el periódico. Entra a su habitación para terminar de vestirse y peinarse. Besa nuevamente a su mujer y sale hacia su trabajo.

En cuanto él sale de casa ella se levanta. No se baña ni se viste. Prende un cigarro y comienza a pasear por la casa. Entra en la cocina y mira la mesa. Hay una taza para ella lista para servir. Se rasca la cabeza y sigue de largo, hacia una sala que está al fondo de la casa. Allí hay papeles por todos lados junto con sus pinturas. Se detiene en la entrada de la puerta mientras fuma y observa.

Él llega a su trabajo a las seis con treinta. Se sienta en su escritorio y observa durante cinco minutos la foto de su mujer que tiene junto al computador. La ama. A veces desea poder pasar más tiempo junto a ella, poder apreciar mejor las sus pinturas. Pasados los cinco minutos, deja la foto a un lado, comienza a trabajar y no piensa más en ella durante todo el día.

Elige un par de pinceles y comienza a pintar. Son líneas, trazos plasmados casi al azar. Anoche no pudo dormir. Pasaba su mano por sobre el hombro de su esposo dormido. Con la punta del pincel apenas toca la tela, y siente como él se estremece sin despertar. Se acerca a él suavemente y comienza a respirar en su cuello, en su oído, sintiendo cómo la tela absorbe cada gota de pintura mientras se expande por ella. Cada vez los trazos se van volviendo más gruesos, con más fuerza, y ella sabe que si se acerca un poco a su oído y comienza a susurrar con un leve jadeo su nombre lo despertará; y la tomará con fuerza mientras la pintura desborda por los márgenes. Lo abraza con sus piernas y se aferra a él. Los colores revuelan en su cabeza, y la cama ya no es suficiente para encerrar su pintura.

Comienza a salir de su trabajo y siente que ella habla en su oído. Semidormido toma su rostro y la besa. Presiona su cuerpo contra el de ella mientras sujeta su pierna. Recorre su brazo, hasta llegar a su hombro; allí se detiene y baja del auto en el lugar en donde siempre compra los mismos chocolates para su mujer. Al llegar verá la pintura en la cual está trabajando su mujer. Le dirá que son imágenes íntimas, llenas de trazos cadenciosos, y ella se limitará a separar los labios, inhalando suavemente, como queriendo atraparlo con sólo un suspiro.

Ella sabe que basta sólo con gemir su nombre en su oído para que despierte y la ame. Sonó la alarma y ella cerró los ojos, dejando caer el pincel.

-> Juan Santander - Albergue

ALBERGUE
Al comenzar en el arroyo breve
y de vez en cuando lo hermoso
y tanto fuerte oscuro fuego
y los pies torpes sobre olores fatigados
y de abriles dejados somos el invierno.

Que el mar entre sediento y gallardo en lo desnudo
en lo que apenas nos hace crujir
en lo que nos hace renunciar a la encina
en la avena flotando en las orillas.

Somos ahora los que vamos al río
amamos el arroyo en lo que tiene de mudo
y las orillas en lo que tienen de pardas
pero ahora somos tremolantes
nos negamos a evitar que tiemble el agua
no queremos nada de la espuma
nada de lo azul retrocediendo
nada del albergue vomitado.

¡Oh ruido de tambores que inmolan el albergue!
¡Oh vientos soplando nuestra valentía!
caravana de los tiernos ojos llenos
somos los que huyeron con lámparas y escobas
un día levantados para ver en lo sangriento
que la nieve cubrió todas las puertas
y estos nudos ya no eran los del río.

-> César Puentes - Manifiesto humor

Manifiesto humor

Los creadores somos una clase inferior dentro de la raza humana.

Moralmente desintegrados y esclavos del rechazo a lo dado, es decir, resentidos, nos drenamos de un exceso de voluntad para acompañarnos con nuestras afiebradas crías y así llenar esta infinita carencia.

Explotados somos por nuestros amos, los medio medianos

Los cuales, luego de pagarnos el desvelo con la miseria de sus aplausos

Sin pudor alguno, llévanse en sus saqueadoras memorias la nunca retornada plusvalía espiritual de nuestro trabajo.

Mientras nosotros, retorciéndonos, nos extrañamos de él considerándolo, bajo todo punto de vista vano, absurdo y horrible.

Apuntad entonces bien vuestros dedos

¡Somos el sujeto anacrónico de la revolución!

Nuestro vacío engloba a todos los demás

¡Vida y muerte compañeros!

Pd. ¡Patria o… ¿Porotos con Riendas?

Lllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllll

-> Carolina Contino - 1

1.

ya lo sabemos
abundan en caprichos
las incorregibles amigas de la nada
en la antesala
de los museos rojos de vanidades y alcoba
tejen
con paciencia de labradora
las filigranas de perder y a veces
oh la lá
a veces
se abre la puerta:
tiene la virtud de la sorpresa
y a la vez
el don de la ubicuidad pareciera
el aparecer así como así de las retinas mías desprendido
y de los libros arrancado, corazón!
el que deseaste
ayyyyy
mas no de esta parte en la ribera
quedará el que me besó
si yo supiera
las redes de ajustar,,, vivir
desde el principio es separarse
dijo Salinas,,,
deberíamos saberlo
de otra vida
y de otro tacto

-> Víctor Quezada

Reverente tú en mi presencia
no llevó los pétalos quien deshizo
flor, que señalas la ventana.
Y mira si pienso que serás más mía
más que mi propia cabeza que imitas
como caballero que sigue al sol
lo mismo yo quisiera imitarte.
Tal montas las hojas tuyas
quisiera montar y embestir
o tan sólo si quiera tener tu cabeza
flor, que te tengo atrapada tan solo
flor que atrapada, quisieras huir.



Víctor Quezada

-> Eduardo Barahona - Objetos Perdidos

objetos perdidos

los poetas
juegan con un par de piedras
que rebotan por la calle
tratan de encontrar una bala esquiva que los mate
y los mande a un cajón lleno de objetos perdidos

con pelos enredados
membranas disueltas

trizan la avenida
y ellos no pueden encontrar mas que el simple goce
de estar totalmente aburridos
no pueden tocarse a la vuelta de la esquina
sin extrañar lo que desean
aparecen cercenados
con cortes y fracturas
mientras dibujan en el aire
algo para escribir

quieren que alguien los oscurezca
les reduzca las piernas a su tamaño original, mínimo
quieren calor de otras partes
de manos
de cualquier dialogo escapado de rendijas

mientras la bala viene de vuelta


Eduardo Barahona

-> Misán Tropoléz - Al altivo pregonador

AL ALTIVO PREGONADOR

Quedaron en mí conversaciones innombrables
La calma y la pena anidaron como huéspedes en mi alma
Se esfumó la pócima que embalsamaba mi risa
Legué la infamia a incontables mentecatos
Sólo para ser más despreciable que el mejor de los tesoros

Por años el destino de la regla residió en mis ojos
La vara corregidora envidiaba la elasticidad de mis palabras
Fue siempre más ridícula de lo necesario
Siempre demasiado alejada de alguna certeza
Como para no sonrojar ante mis desacatos

Hoy recuerdo al asesino inepto
Lo recuerdo en su sotana todavía más inepta
Con la cabeza en alto y el rabo entre las patas
Hoy lo recuerdo y lo olvido tan rápido
Que en mi mente queda sólo una imagen irrisoria

Quiso tocarme tantas veces con sus consejos agripados
Que olvidó la verdadera naturaleza de mi silencio
La que lo abofetearía con toda la elegancia de la tierra
Para enseñarle que su mano nunca podría alcanzar la mía
Para evitarle la vergüenza del que cree estar muy alto
Y termina mirando hacia arriba como un huérfano

Tendría que darles las gracias a los maestros del bien
Por enseñarme tan claramente lo ridículo que sería seguir sus lecciones
Tendría que aprender de ustedes
La paciencia con que soportan sus propias mentiras
Y usarla si me encuentro con alguno de vosotros

Marchitadores de todo lo que vuela por encima del cielo
Haríais una fiesta conmemorando la angustiante batalla del llanto
Un día festivo por cada hombre que renuncie a vivir en la tierra
Estériles herejes de la vida hoy termina su reinado
Hoy vuelo por encima del cielo


"Misán Tropoléz"

-> Josefina Correa - Poco sabrás amarme

Poco sabrás amarme cuando me pudra en tus manos
¿Y qué de la explosión de mi rostro?
La faz del tiempo circular se hace presente
El cuadro recto obedece a la presión universal
Mi cuerpo obedece a su fuerza impulsora
A la fuerza circular y revienta en esfera

En la esfera del mito te invoco
Soy el trozo de carne insurrecta
Te quemaré vivo cuando el muerto me visite

Las pulsiones
atracción y repulsión del círculo en el cuerpo recto
El polvo, como un maullido felino
Atrae y repulsa dentro del cubo.

Josefina Correa

-> Paola Barros - En evidencia

En evidencia

Podría acariciarte
gastarte la piel felina
me decía un marciano

Pensé yo
hasta volverme transparente

Sublimó la imagen de mis huesos
intestinos, cerebro entre sus dedos
el estomago estampado de asimetría
colmado de aceites
me soñaba frotar resbaloso

Yo creía entregarle
un latido agitado
tropezándome con sus piernas
fantaseó verlo besándome el insomnio
la angustia

A nosotras se nos antojo entonces
tocarle la palabra con la boca
y dormir en un parque con él
hasta morir de hipo

Volvimos a desteñir los azules
a olvidar el papel que nos juega la furia
el intercambio de miel
nos dejo en evidencia gusana

Aunque sea un instante
el truco esta en no pensar
mañana continuamos odiándolos.

Paola Barros

-> Alejandra Fritz

La cabeza de mi padre orbita en la mentira
el cuello ya no es suficiente
nada lo mantiene pegado a su cuerpo

Teje historias que solo asiento
ya no discuto como antes

Debe ser que no está contento
que ya nada lo asusta
por eso inventa nuevos mundos
con colores propios y otras personas

A veces me pregunta quien soy
como me fue en el colegio
como están mis hijos
y con frecuencia si el es el hombre que aun mas quiero

De vez en cuando
creo que es natural
que la piel se descascare
y las ideas se desordenen
como un cubo de colores
de esos de juguete
Pero se que no es justo
la cabeza de mi madre orbita aquí
junto a la mía
ella aun lo ama
y lo único que espera
es que cuando llegue a casa
la reconozca


Alejandra Fritz

-> Teresa Allendes - Cincuenta Versos

CINCUENTA VERSOS
(Teresa Allendes)


Cuánta rimbombancia
tanta seriedad y rinoceroncia
el dato detallado respingada la corbata
no se habla con la boca llena
ballena
las palabras se empujan se estrujan
se escupen
puedes ser amable o muy desagradable
usted señor mejor no hable
eso de la nariz no es cierto
a nadie le crece y vamos mintiendo
mírate al espejo y después hablai
cuchillito que no corta
como moscas a la miel
los oídos a la tele
usted de dónde llama?
y a ti qué te importa
con inmenso esfuerzo y dedicación
nos hemos repletado los bolsillos
la radio puede funcionar
con volumen moderado
y siempre que ningún pasajero se oponga
si no te gusta
bájate mierda
camino con cuidado para no pisar
bolsas negras ratas inmensas
tomando impulso se pueden evitar
los turbios charcos que lamen la vereda
agua santa
un altar de plástico
corta uñas calcetines antenas maquillaje
luz roja indica
tragarse todo el humo
cigarros sopaipillas tubos de escape
rugen furiosas las bestias amarillas
cruzo corriendo
allí dentro siguen bla bla
bee bee
por cuanto en tanto
me aburro como ostra
como burro
me como un chocolito
a cien
kilómetros por hora avanza
el bus barato que me lleva
lejos
un poco se me cierran los ojos
pido disculpas
si hablo dormida
shhht.

-> Juan Manuel Silva - III

III

Pareciese que viene agua, mas no cambia
Es la forma que los hombres dan a la memoria
Un descender lento del cristal partido al zumo
Como la carne es al gusano y así el brote.
No hay fruto en el árbol que crece hacia los mares
Pues crece otro país en lo profundo
Es la cordillera que transmite su mensaje por el río
Piedra hija de piedras, orgullosa frente al tiempo
Envías la fúlgida roca por la senda
Volviendo lo permanente a su modo de círculo
Te asemejas a la espuma en tu oficio de nimbo
Y de noble enseña en esta guerra por el cielo
Veo aún la sal en mi cuerpo como enigma
Su desinencia y el color de aquellos vados
Y recuerdo como una oración hacia la tierra al lecho:
Que el agua vuelva al astro cual vestido
Pues mi familia es la raíz de la vida, la más alta
Dos manos unidas por la palma con la nieve como uña
El gran templo del juicio entre dos patrias.
La morada que en exilio lleva el nombre de Aconcagua
Líbreme y bautíceme de aquesto en que soy libre.

Juan Manuel Silva

-> Víctor López - Mi querida Mariel:

Mi querida Mariel:

Ayer nos despedimos, era tarde. Yo me fui caminando por la calle oscura, detrás de los arbustos hay música rara e insectos de colores que viven en las hojas verdes. En todas partes existe la música -me dije. Todos tenemos en nuestro interior un distinto tipo de música: clásica, pop, experimental. Incluso la de algunos es una especie de chillido, un vaso que se quiebra. Ese tipo de chico soy yo. A veces me duermo en los paraderos y sueño que mis amigos me envían poemas de amor por Internet, yo también les escribo, les hago saber si algún rayo en stereo hiere o no la tranquilidad de mi puerta. Después llego a una casa enorme que no conozco, me saco las zapatillas para no despertar a sus habitantes y camino a tientas tan solo siguiendo el ritmo con mis dedos, sin darme cuenta que hay pequeños cristales en el piso que se me clavan y voy dejando un tibio rastro sonoro por donde camino.



Víctor López